Jacqueline de Jong, esa rebelde con causa

Jacqueline de Jong, artista neerlandesa nacida en 1939 y fallecida recientemente, destacó como una importante figura del vanguardismo europeo de los años sesenta. Su trayectoria se caracterizó por la exploración de diversos medios, incluyendo la pintura, la escultura y el arte gráfico. De Jong se involucró activamente en movimientos como el Situacionismo y Gruppe SPUR, desafiando las normas artísticas establecidas y promoviendo la experimentación radical.


El trabajo de Jacqueline de Jong está marcado por ese afán de cambiar el mundo que dejó tras de sí la Segunda Guerra Mundial. Tal fue el sueño que alimentó las acciones de artistas y pensadores de su generación que, en su caso, se constituyeron en colectivos como el Gruppe SPUR o la Internacional Situacionista. La producción de De Jong explora las interacciones humanas desde el deseo, la violencia y el humor, mientras mantiene un compromiso político en sintonía con los conflictos mundiales.


Los infortunios de la Guerra

De padres judíos, Jacqueline de Jong nació en Hengelo, Países Bajos, el 3 de febrero de 1939. Al año siguiente Holanda fue invadida por Alemania y los De Jong tuvieron que pasar a la clandestinidad. Tras el intento fallido de llegar a Inglaterra la familia se vio obligada a dividirse. El padre permaneció oculto en Amsterdam por más de un año y Jacqueline junto con su madre y el artista holandés Max van Dam tomaron rumbo a Suiza. En el trayecto fueron interceptados por la policía francesa y trasladados a París. Allí entraron en contacto con la Resistencia que les brindó ayuda para llegar al país helvético donde finalmente fueron acogidos por el Ejército de Salvación. Van Dam, quien se quedó en Francia, moriría en un campo de exterminio en Polonia.


El arte como vía para mirar el futuro 

Terminada la guerra, Jacqueline regresó con su familia a Países Bajos. Hacia 1948, los De Jong, en búsqueda de otros alicientes para afrontar la vida y estimulados por las relaciones de la madre con una amiga artista y por la afición del padre a la arquitectura, se inician en el coleccionismo de arte. En 1957, con dieciocho años, Jacqueline se estableció en París y mientras estudiaba francés y arte dramático trabajó durante un tiempo en la boutique de Christian Dior. De regreso a Holanda, tras no superar un examen de actuación consigue un empleo en el Stedelijk Museum e intenta inscribirse en la Royal Academy que rechaza su solicitud. Esta situación hace que Jacqueline decida aprender por su cuenta y comience a trabajar como asistente de otros artistas, un período en el que estudia artes gráficas con Stanley-William Hayter en París.

Gracias a la afición de sus padres entra en contacto con pintores de los que si bien aprende y recibe ayuda pertenecen a una generación anterior a la suya. En 1959 se encuentra en Londres con Asger Jorn, uno de los fundadores del grupo CoBrA, a quien había conocido un año antes en París y quien también le supera en edad y entablan una relación que durará cerca de una década. Gracias a Jorn conoce el trabajo del Gruppe SPUR que le atrae por su carácter expresivo y rebelde. En 1960, ya parece haber hallado su sintonía creadora y se une a la Internacional Situacionista, el colectivo revolucionario formado en Francia por artistas, poetas y cineastas, donde además de Jorn, participan Guy Debord, Raoul Vaneigem, Constant Nieuwenhuys y Michèle Bernstein, entre otros. Animada por las influencias de este grupo que se proponía cambiar el mundo, Jacqueline de Jong comienza a firmar sus primeras obras.


Un compromiso por igual en lo político y en el arte

Centrada en la pintura, su práctica también abarcó el dibujo, la escultura, el grabado, la joyería y el libro de artista. A través de estos medios exploró la violencia, lo banal, el erotismo y el humor en las interacciones humanas. En un principio en su trabajo predomina la expresión grotesca y agresiva que remite a sus experiencias durante la Guerra. Luego, de Jong parece asumir el conflicto como una condición del mundo y desde esa perspectiva emprende una obra que transita por el expresionismo abstracto, el arte pop o la nueva figuración. En esta variedad discursiva fue constante su convicción revolucionaria en lo político que no puede desligarse de lo artístico. Fue precisamente el viraje de la Internacional Situacionista hacia la militancia política lo que conllevó su separación del grupo en 1962.

Ajena a la idea de progreso en el arte, su trayectoria se vale libremente de planteamientos formales y conceptuales con los que abordó sus series de trabajos más conocidas. En los sesenta están la violencia de las Accidental Paintings y Suicidal Paintings, o el ingenioso erotismo de las Private Lives of the Cosmonauts. Le sigue una especie de diarios pictóricos enmarcados a modo de valijas. En los ochenta toca aspectos como el deseo sexual y el crimen en la Série Noire o las visiones apocalípticas de los Paysages Dramatiques. A continuación su pintura profundiza en la imagen de los conflictos globales de las últimas décadas. Vinculada a una vivienda rural que habitó por temporadas en Francia, una parte de sus últmas obras tomó inspiración de las patatas que cultivaba y que le sirvieron para hacer una exploración de lo grotesco y humorístico que puede resultar la naturaleza.


The Situationist Times

Después de su expulsión de la Internacional Situacionista en 1962, Jacqueline de Jong comenzó a editar The Situationist Times, una de las revistas más importantes y experimentales de su tiempo. Se trata de una publicación periódica, de carácter internacional, editada en inglés, de la que se publicaron seis números entre 1962 y 1967. En consonancia con las ideas del grupo situacionista, el diseño de la revista se vale de tácticas como el détournement para convertirse en una forma impresa de deriva. Sus colaboraciones incluyen ensayos, obras de arte, imágenes encontradas y citas relacionadas con la topología, la política y la cultura del espectáculo. En sus páginas se encuentran aportes de escritores, poetas y artistas visuales como Noel Arnaud, Gaston Bachelard, Max Bucaille, Anton Ehrenzweig, Asger Jorn, Jacques Prévert, Antonio Saura y Lech Tomaszewski, entre otros. El último número se distribuyó poco antes de los sucesos de mayo del 68, en los que Jacqueline participó imprimiendo y distribuyendo carteles revolucionarios.


Una perspectiva de la vanguardia europea de los sesenta 

Jacqueline de Jong jugó un papel importante en las actividades de la vanguardia europea de los años sesenta. Parte de ese legado está recogido en su archivo personal que fue adquirido por la Universidad de Yale en 2011. La colección está conformada por cartas, escritos, materiales impresos, fotografías y otros documentos relacionados con la vida y obra de De Jong, desde 1955 hasta 1983. Una sección importante del archivo abarca el período de la producción de la revista The Situationist Times, que consta de una voluminosa correspondencia con los coeditores y colaboradores, e incluye además materiales de producción como presentaciones de artículos, maquetas originales y listas de distribución. El estudio de la trayectoria de esta artista holandesa ofrece no solo la contundencia de una obra hecha desde la rebeldía y la libertad creativa, sino también una perspectiva única para la mejor comprensión de la convulsa vanguardia europea de su tiempo.


También te puede interesar (enlaces patrocinados):

Jacqueline de Jong. Interview with Gallien Déjean. Manuella, 2020. 120 páginas.

The Situationist Times: Facsimile Box Set. Boo Hooray, 2013. 734 páginas.

The Case of the Ascetic Satyr. Asger Jorn y Jacqueline de Jong. Dap Artbook, 2015. 56 páginas.


Créditos de la imagen de inicio:
Ilustración: María Leis

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