En los jardines de la Glorieta, muy cerca del Centro Cultural Bancaja, se encuentra un monumento dedicado a una figura de gran admiración y respeto para los valencianos. Se trata de Ramón Gómez Ferrer (Valencia, 1862-1924), médico especialista en el cuidado de los niños, que por la dedicación y generosidad de su labor recibió este homenaje por parte de las madres de la ciudad en 1920. El monumento consiste en una escultura realizada en mármol blanco por el artista Francisco Paredes García (Valencia, 1881-1945), quien representó al ilustre médico sentado en un banco, en un instante en que parece detener su lectura para atender a los niños que juegan a su alrededor. Probablemente, en un primer momento la presencia de aquellos infantes quedaba sugerida por la postura y la dirección de la mirada del médico. Sin embargo, dos décadas más tarde fueron agregados al conjunto las figuras de dos niños en bronce, creados por Paredes García con la asistencia de Luis Bolinches (Alfara de Algimia,
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