Juan Genovés es ampliamente conocido por su contribución al arte de la segunda mitad del siglo XX en España, especialmente por su manera de representar multitudes en movimiento y el empleo de la figura humana como metáfora política y social. En su pintura confluyen los símbolos de la violencia y la represión policial, los del reencuentro durante la transición española y los de una sociedad fragmentada por la deriva del individuo contemporáneo.
Juan Genovés delante de su cuadro Cesura en 2013. Foto: Agparrondo, vía Wikipedia |
El pintor Juan Genovés nació en Valencia, España, el 31 de mayo de 1930, un año antes de la proclamación de la Segunda República. Su padre, Juan Genovés Cubells, artesano de profesión, se ocupaba de la fabricación de muebles. La madre, María Candel Muñoz, se dedicaba al servicio doméstico hasta que contrajo matrimonio. Juan Genovés recordaría las firmes ideas progresistas de su padre y especialmente de su abuelo, quien era amigo cercano de Pablo Iglesias, fundador del Partido Socialista, y compañero en luchas políticas del pintor Josep Renau. Las primera vivencias de Genovés estarán marcadas por la vida en aquellos primeros tiempos de la República, luego por los sucesos de la Guerra Civil y los bombardeos que asolaron la ciudad, y finalmente por el miedo que como un espectro acompañó siempre la cotidianidad de aquel hogar republicano.
Son tiempos de racionamiento, y la familia sobrevive gracias a los trabajos de decoración de muebles que hace el padre de Genovés. Ayudando a su padre, el pequeño Genovés comienza a relacionarse con los materiales utilizados en la pintura de muebles. Poco después comparte las tareas del negocio familiar con las clases nocturnas en la Escuela de Peritos Industriales. Más tarde, por recomendación del pintor Miguel Martínez Verchili, inició estudios formales en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Allí, al poco tiempo de ingresar, hizo amistad con varios estudiantes, entre ellos Custodio Marco y Eusebio Sempere, quienes cuestionan las enseñanzas del modelo académico, sobre todo por el sorollismo que defendían muchos de sus profesores y la cerrazón a todo lo que tuviera que ver con el arte moderno.
El trabajo de Juan Genovés se caracteriza por la representación de multitudes anónimas, compuestas por figuras esquemáticas y estilizadas, que parecen estar en movimiento y en situaciones de conflicto. Estas composiciones evocan una sensación de tensión y lucha social. Una de las obras más icónicas de Genovés es El abrazo, pintada en 1976. Esta tela muestra un grupo de personas abrazándose en un gesto de solidaridad y resistencia, una imagen que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad y la democracia en España durante la Transición. El abrazo, como la mayor parte de la producción del artista, refleja su preocupación por los problemas sociales y políticos de su tiempo, como la dictadura franquista y las luchas por la democracia. A través de sus pinturas, Genovés expresó su compromiso con los ideales de igualdad, justicia y solidaridad.
Juan Genovés falleció en Madrid, el 15 de mayo de 2020. Sus obras se han exhibido en prestigiosos museos y galerías, incluyendo el Museo Reina Sofía en Madrid, el Museo Guggenheim en Nueva York y el Museum of Modern Art, también en esa ciudad. Su contribución al arte contemporáneo español ha sido ampliamente reconocida y premiada. En 1984, Genovés fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de España, en reconocimiento a su destacada trayectoria artística y su contribución al arte contemporáneo y en 2002 recibió el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana Su legado perdura en la historia del arte español y su influencia se extiende más allá de las fronteras de su país. Sus pinturas siguen capturando la complejidad de la condición humana y siguen siendo una llamada a la reflexión y la acción.
También te puede interesar:
Resistencia. Juan Genovés. La Fábrica Editorial, 2019. 128 páginas
Comentarios
Publicar un comentario