Joan Verdú. Bonus Track


La publicidad y el mercado han servido de soporte conceptual al arte realizado desde finales de la década del cincuenta del siglo pasado. El pop art fue la principal corriente que asumió no sólo los contenidos sino además la impronta del diseño gráfico, así como los métodos de producción serial para ser incorporados de manera crítica en las artes visuales.

Este cuestionamiento se hizo presente también en el lenguaje y en el esfuerzo en desmontar desde los estudios semióticos el entramado de poder al que aspira el discurso. Antecedentes de esta exploración acerca de la cualidad desestabilizadora de la palabra, pero desde la imagen, conectan históricamente con el surrealismo, en particular con la famosa pipa de Magritte. De varias maneras, estos caminos abren puntos de enlace con la obra del artista Joan Verdú, cuyo trabajo, reunido en la muestra titulada “Bonus Track”, se puede apreciar en el Centre Cultural La Nau.


Joan Verdú (Alzira, 1959-2017) se definió como hijo del pop y nieto del surrealismo. Su obra se caracteriza por una decidida intención crítica que se resuelve en el desmontaje semántico de los símbolos visuales y verbales que emplea, muchos de ellos tomados de la publicidad y la sociedad de consumo. Lo meritorio en su caso es que para no caer en el tono del panfleto no recurre al ocultamiento comunicativo del símbolo. Por el contrario, a través de un tratamiento propio del campo del diseño, se mueve con una elocuencia visual que descubre —a veces con humor, otras con sarcasmo— las contradicciones de la realidad a la que se quiere referir. Para este proyecto en La Nau se ha reunido un importante grupo de obras en pequeño y mediano formato, fechadas entre 1996 y 2016, realizadas predominantemente en acrílico sobre tela, aunque también se incluyen varias serigrafías. La selección se completa con una pertinente vitrina de bocetos que dejan ver el proceso de pensamiento y creación del artista.


Las obras se han organizado en tres partes: Iconos, En el medio está el mensaje, y Monstruos. En la primera se aprecia el uso de imágenes de la publicidad, el cine o la señalética urbana que desde su incorporación a la cultura popular le permiten al autor trastocar su sentido para comunicar otros mensajes. En la segunda parte, Verdú juega con la conocida frase de McLuhan para referirse al valor de comunicación del soporte pero también al medio como centro del espacio pictórico, donde satisfacer el reclamo que se repite en buena parte del público que visita una exposición de arte contemporáneo: ¿esto qué quiere decir? La última sección es tal vez la de mayor impacto tanto por las ideas que maneja como por la manera de expresarlas. Aquí se combinan la iconografía de personajes de Barrio Sésamo como vehículo para introducir la presencia certera y solapada del miedo y la muerte.


La exposición en el Centre Cultural La Nau se propone como un homenaje al artista fallecido el año pasado, quien mantuvo una actitud independiente y crítica no sólo a través de su pintura, sino también por medio de los artículos que firmaba para su columna "Versus omnia", en el diario El Levante de Valencia.

“Joan Verdú. Bonus Track”. Centre Cultural La Nau. Sala Martínez Guerricabeitia. Del 11 de junio al 30 de septiembre de 2018. Comisariado: Mavi Escamilla. Más información en: www.uv.es

También te puede interesar (enlaces patrocinados):
Marcel Paquet (2018). Magritte. Taschen.

Cathrin Klingsöhr-Leroy (2016). Surrealismo. Taschen.

Comentarios

lo más visto

Jean Tinguely

Historias de Bombas Gens

Alejandro Otero y el espíritu de su tiempo

“Le mouvement”: la exposición que marcó el inicio del arte cinético

Atsuko Tanaka: la expansión de la pintura

Julio Romero de Torres: social, modernista y sofisticado

Gustavo Torner

Juan Downey. El blanco espacio de la conciencia

Internacional Situacionista: subvertir el arte para cambiar el mundo

Ramón Gómez Ferrer, el médico de los niños